Jan
Un crack. Más conocido como el chino. Sus padres tienen una de esas tiendas de ultramarinos abierta 16 horas que proliferan desde hace poco en las grandes ciudades. Jan es un chaval brillante. Con un talento especial para dibujar comics. Lo que pasa es que es una afición que lo lleva bastante en secreto, porque les daría un disgusto tremendo a sus padres si se enteran de que se pasa horas dibujando. Para ellos, todo lo que no sea un estudio productivo y todo lo que le aleje de las asignaturas de clase, es una pérdida de tiempo peligrosa. Así Jan sentirá sobre sus hombros el peso de la responsabilidad, el peso de no poder defraudar a unos padres que lo han dado todo por él y que todos los días se esfuerzan en el trabajo y se esfuerzan también en recordárselo. Es por eso que a Jan no sólo le separa la raza del resto de los estudiantes, sino también el peso de la responsabilidad.
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